jueves, 1 de noviembre de 2007

...EL ORIGEN DEL MAL

En medio de un bosque vivía un ermitaño, sin temer a las fieras que allí moraban. Es más, por concesión divina o por tratarlas continuamente, el santo varón entendía el lenguaje de las fieras y hasta podía conversar con ellas.

En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobe el origen del mal.

-El mal procede del hambre -declamó el cuervo, que fue el primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación y ya no parece tan divertida ni tan hermosa la naturaleza. ¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda de que el hambre es el origen del mal.

El palomo se creyó obligado a intervenir, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.

Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Sí viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas.

Mas, ¡ay!, vivimos en parejas y amamos tanto a nuestra compañera, que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella. "¿Habrá comido? - nos preguntamos- ¿Tendrá bastante abrigo?". Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera. Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar. ¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.

-No; el mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontremos. Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, todo el mal viene de la ira.

El ciervo no fue de este parecer.

-No; no es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso. Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestro cuerpo; y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho; y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro. A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.

Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:

-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestros males, sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo.

ProTesoro.com

http://www.nuevospasos.protesoro.com%20/


...EL APURO, UNA AGUSTIOSA CARRERA…

¿Podemos vivir mas despacio?

El ser humano, sea éste un monje, forastero, comerciante, vendedor, un viajero, un niño o un viejo, no se enfrenta a otra misión que no sea la de escuchar, observar, sentir y participar de la vida. Es precisamente eso, un camino que forjamos sobre la base de emociones.

El mejor secreto para vivir despacio y al mismo tiempo obtener resultados concretos de la vida es vivirla de manera auténtica, siendo nosotros mismos y dando a conocer a los demás nuestra participación cotidiana en el mundo que habitamos. Simplemente lo importante es lograr proyectarnos claramente como personas, tener el ánimo necesario para vivir y la vocación por disfrutar de la vida.

Por culpa del apuro no nos detenemos a pensar sobre nosotros mismos, la gente va corriendo a todas partes y a menudo no tiene tiempo ni siquiera para plantearse a dónde va tan rápido. A veces no lo quieren, pero las circunstancias de lo que les rodea (el mundo laboral y sus exigencias, el esfuerzo que hay que llevar a cabo para conseguir los bienes que queremos tener, los obstáculos que nos alejan de la maximización de los recursos del tiempo, etc.) les lleva a esa actitud nerviosa propia de quien está acelerado.

El apuro desmedido lo va ocupando todo y no deja tiempo para concretar lo que realmente deseamos. Los tiempos hiperkinéticos que vivimos nos dejan muy poco tiempo para la reflexión de las cosas, la comunicación electrónica, la sobrecarga de información, la locura del tráfico, las colas, los mensajes de texto, las llamadas telefónicas, los problemas personales, los estudios, el trabajo, las compras, las cuentas por pagar y las cuentas ya pagadas y un largo etcétera de cosas que hacer en este mundo que nos ha tocado vivir.

El apuro, además, genera violencia, el afán de tener cada vez más cosas nos lleva a la prisa porque el tiempo disponible es limitado, el reloj no deja de andar y las oportunidades pasan y se marchitan. Para tener mucho hay que correr desde el principio: Elegir bien la opción del bachillerato, la carrera más rentable, la posibilidad laboral que no se debe dejar pasar al precio que sea, la pareja conveniente, los cálculos debidos para poder disfrutar con intensidad de la vida y de las cosas. Por esos motivos, el apuro provoca impaciencia, y ansiedad. La prisa o el apuro es un deseo impaciente que trastoca el valor del amor (quiere ser satisfecho sin importar el estado de ánimo de la otra persona), que no conoce la piedad y no cede espacio para débiles, enfermos o fracasados, que exige tenerlo todo ahora o nunca, es el deseo impaciente que no sabe nada de reflexiones sobre la vida y sus detalles.

La prisa o el apuro se opone a la ternura, no hay ternura apresurada, a la persona amada no se le pueden dedicar apenas unos pocos minutos, y no caben las caricias convertidas también en gestiones (girando la muñeca inadvertidamente para ver qué hora es, con el teléfono celular conectado porque se espera una llamada importante, incluso más importante que ese encuentro amoroso). Tampoco resulta posible educar a un hijo a golpe de cronómetro, sin tiempo para esas preguntas sobre los temas trascendentales que importan a cualquier niño, y con cara de estar siendo interrumpido constantemente. El apresurado cree descubrir su derecho a ser el centro del universo, a ser servido, y se queja por tonterías, por la comida que se retrasa, aumentando la soledad en la que habita. Quien tiene prisa difícilmente tendrá estilo, caerá con frecuencia en la falta de educación, en cambio, un individuo educado cede el paso, excusan una conversación excesivamente pragmática cuando el contexto no es el conveniente; no corren detrás de un autobús que se les escapa, sino que prefieren esperar al siguiente, ni se juegan la vida (y la de otros) adelantándose, no se molestan por tonterías.

Vivir en la necesidad de la recompensa inmediata es hacerlo subordinado a esta misma recompensa, de modo que ese sujeto será esclavo de su propia necesidad de bienestar, estará dispuesto a cualquier servicio por conseguirlo, obedeciendo a quien tenga el poder de distribuir los placeres, vivirá una vida centrada en sí mismo como sujeto de disfrute, pero ciego ante el dolor o la necesidad ajena. No querer conocer el dolor, no aventurarse a lo difícil, no atreverse a mirar hacia la muerte, supone desconocer la realidad y renunciar al desarrollo de la inteligencia son características de un individuo en apuros. Depender del grado presente de placeres es carecer de un comportamiento realmente libre, porque significa vivir subordinado. La inteligencia y la libertad van de la mano, y se enfrentan juntas contra la prisa por lograr la recompensa.

La vida del hombre acelerado es, en fin, una existencia egoísta, empequeñecida en sus posibilidades de crecer espiritualmente, amante del pan y circo, a la larga, solitaria y desesperada, porque la sombra del final de los placeres es una amenaza constante.

De esta forma, te sugiero que no te apures, no vivas la vida con tanta prisa, es mucho mejor vivir la vida con calma para disfrutarla lentamente, pero con intensidad. Descansa sobre el paso firme de tu constancia.

ProTesoro.com

http://www.nuevospasos.protesoro.com%20/

...INVITACIÓN

Busca, en el interior de tu ser, el camino.

Hay un horizonte infinito en tu esencia.

Reencuéntrate, ve y anda, no temas...

Desata tus nudos y sé libre como el pájaro, pósate sólo donde lo sientas, y luego vuelve a volar.

No encasilles tu destino solo con palabras, di lo que sientas decir y que tú silencio se haga entender.

Fluye, elévate, camina. Tu misión es ser lo que sientes, sin dudas. Entrégate a tu destino, todo emana espontáneamente cuando se abren las compuertas del corazón.

Aprende de todos, busca las esencias. Madura. Sé profundamente sensible. No cedas; los dones no se te darán hasta que no los merezcas.

Haz una pausa, un silencio y asume tu rol espiritual. No pierdas el tiempo, no malgastes semillas que nunca darán frutos. Sé tu mismo: poeta y profeta, libérate...

Evita todo lo superfluo: la hipocresía y la falsedad, la mentira sofisticada; evita los malos entendidos y muestra tu alma en todas tus acciones. ¿La verdad? Ya no importa, lo importante es el grado de transparencia que tú tengas.

Si al desnudarte frente a la vida ves tus defectos, piensa que eres humano, perfecta es tú imperfección ¿Por qué vestirse, entonces, con tantas ataduras y cubrirse? ¿De quién, de qué?

Mira a tu alrededor ¿Acaso se cubre la naturaleza? ¿Acaso el sol desnudo no irradia la más pura luz?

¿Para qué tantas palabras? Son como vestiduras sutiles, pero vestiduras al fin. ¿Si pudiéramos desnudarnos todos y mirarnos?

Escribo desnudo, desde mi alma, sin tapujos ni apariencias, así soy yo, feo, lindo..., la belleza que me inspira es la autenticidad.

¿A que lleva el amor sino a desnudarte frente al ser amado?

¿Acaso los ojos no están desnudos, cuando están abiertos?

¿Acaso la boca no se desnuda en la palabra?

Pon el corazón al desnudo, abre tú boca, recuerda, muestra tus palmas y haz lo que sientas.

La verdad está esperando al amor...

Escucha el murmullo interior que te acompaña. No temas a la locura, no existe tal, solo es invento de locos.

Abre tus ojos, presta oídos a tu alrededor, sensibiliza tu piel ¿No es acaso toda la creación libre? ¿Cuál es tu esclavitud? ¿Sólo una idea, una emoción? ¿Por qué no ser libre tú también?

¡Oh alma mía! A ti te busco, a ti te anhelo, perdido estoy sin tu compañía, como en la oscuridad, el vacío y el abismo. Un abismo insondable hacia mí mismo.

¡Oh alma mía! ¿Por qué el olvido es mi recuerdo? ¿Por qué a veces estoy tan distraído de ti? ¿Acaso te temo? ¿Es tan terrible tu presencia?

Pero cuando caminamos juntos, siento una plenitud total, sin temores, libre y cierto.

Mas, antes de que estés presente en mí, pienso, dudo, temo; pero al final comprendo que tú eres lo mejor que me ha sucedido. Previo a la revelación se revoluciona mi ser.

Entra alma mía, ven a mí e inunda las puertas de mi percepción, para que pueda ver más allá de los velos, las máscaras y los telones del teatro humano. Que pueda ver la vida tal cual es, sin abismos.

¡Oh alma mía! Un niño soy frente a ti; sediento de pecho y caricias.

A veces, momentos sombríos invaden nuestra conciencia, como una noche fría y oscura que nos impide ver con claridad las cosas.

Épocas de angustia y de caos interno. Confusión, vacío y desorden.

Como arenas movedizas cuando más tratamos de escapar y salir de ellas, mas nos hundimos en el fango de la materialidad.

Son situaciones sombrías que nos acechan desde el fondo de nosotros mismos.

Se nos contraen los músculos, se excita el ritmo de nuestro corazón, se nublan los ojos y el dolor brota por todos los rincones del cuerpo.

La apatía nos embarga, el desinterés y el mal humor nos invaden desde dentro.

En estos momentos, todo se torna superfluo y frívolo, lo aprendido, las buenas experiencias vividas, el amor...

Algunos llegan a pensar hasta en la muerte, como fin a este infierno.

Pero ¿Acaso el paraíso no está en el centro del infierno? O sea, ¿el fondo del pozo en el cual estamos no será un último paso a la posibilidad de liberación? ¿No es cierto de que no hay mal que por bien no venga? ¿No es todo para bien?

Sé que es difícil ¿Quizá deberíamos llegar hasta la última penumbra, pues más allá de ella está la luz? Fluir con la oscuridad para comenzar a brillar desde nosotros mismos? Y que nuestro rostro en la eternidad emane claridad.

Si es que somos verdaderos místicos, no lo somos en el sentido estricto tradicional. Somos místicos sin tradición fija, místicos de una época donde las tradiciones se ajustan al ritmo de vida contemporánea. Místicos renovadores.

Somos místicos del camino y no de metas ya establecidas.

Judíos, cristianos, reformistas, islámicos; Oriente y Occidente.

La transición entre Oriente y Occidente creó un crisol de tradiciones, que culminó deshaciéndolas. Hay seres en el mundo, como un sólo pueblo, una Aldea Global llamada Tierra. En este sentido somos ciudadanos de un mismo planeta y del Universo.

Las iluminaciones que somos capaces de intuir tienen que ver con este presente, con este aquí y ahora.

El misticismo contemporáneo es estrictamente universal. Como lo fue siempre en su esencia. Es amorfo, transcultural, se gesta en las concepciones culturales pero las trasciende.

¿Adónde nos llevará esta nueva iluminación? No lo sé. ¿Tal vez a crear una nueva tradición con el tiempo?

Tradición y renovación juegan un juego interminable en el escenario del espíritu.

Cuando me embarga el éxtasis del amor, todo luce hermoso. Siento el atractivo espiritual de las cosas más simples. Una hoja sostenida por el viento se me asemeja a una danza elevadísima. Un abrazo, al encuentro milenario entre almas. La risa, a la alegría.

Pero también el dolor ajeno es mi dolor. El éxtasis sana pero por contagio de luz y presencia.

Cuando me embarga el éxtasis del amor, todo se torna traslúcido, transparente, sin cáscaras. ¿No será que las cáscaras le pertenecen a la percepción?

Por eso, cuando quiero ser en éxtasis, cierro mis ojos, abro mi corazón y abandono las cáscaras que como muros opacan mi conocimiento.

A esto le han llamado percepción pura, inmediata y trascendente, aunque también es directa sin intermediarios, ni siquiera los nuestros.

Trasciende la semilla que da frutos con nuevas semillas.

Trasciende la tierra cuando un terremoto hace nacer una nueva montaña.

Trasciende un ser humano con sus obras.

La trascendencia está más allá de descender o ascender pero las contiene.

¿Qué es lo que trasciende de ti?

Todo lo que nace morirá y todo lo que muere volverá a nacer.

¿Qué es lo que nunca nace ni muere?

ProTesoro.com

http://www.nuevospasos.protesoro.com%20/


...Carta Urgente a mi Ego

Cuanto tiempo necesito para perdonar?

¡un día?...un mes?...un año?!

Acaso puedo esperar para ser feliz?..acaso lo soy?

con tanta vanidad, tanto orgullo,

con asta envidia que envenena mi alma,

acaso la pereza que lastima mi cuerpo al moverlo,

porque de solo pensar en trabajar ya estoy cansado,

o me siento feliz con tanta lujuria y estos celos,

o deseando sufrimiento y muerte e mis semejantes,

o al levantar la mirada con orgullo para no mirar al de abajo

porque lo considero inferior o indeseable.

acaso no soy yo todo eso,

acaso no soy yo quien necesita ser perdonado

por altanero y prepotente.

por tomar un lugar que mi creador jamás tomó,

por desperdiciar mi vida de error tras error.

acaso no tengo ya mi castigo,

porque jamás he vivido por estar pendiente del pasado

y dejar pasar el maravilloso presente,

y aprender a vivir el instante

porque hoy comprendo que pudiera no tener otro

y hoy he decidido cambiar

arrojar de mi corazón los defectos que ensucian mi alma,

para ir al encuentro de mis virtudes

y despertar esta dormida consciencia.

ME ESCUCHAS EGO ESTAS DESPEDIDO!!!

porque solo has causado dolor y tristeza ,

me prometiste seguridad y belleza

y aumentaste mi vanidad y mi pereza,

y con ésta mi orgullo, pero sabes ya descubrí tu juego

y no estarás mas en mi . no llores ni pidas clemencia ,

porque no cederé...hoy cambiaré eso te lo juro.

sacaré mi corazón y quitaré mis errores...escuchas?

nunca mas me doblegaré ante ti porque estas equivocado

abriré mi conciencia y actuaré bajo su voz,

me escuchas? ESTAS DESPEDIDO!!!.

Y TU eres feliz? o aun estas dormido soñando recibir amor?.. BÚSCALO EN TI!!!

ProTesoro.com

http://www.nuevospasos.protesoro.com%20/

...ACTITUD DE AMOR

Todos en mayor o menor grado, creemos que el éxito de una persona, que el reconoci-miento humano por todo lo que ha realizado, es lo que la hará pasar a la eternidad rodeada de un halo de grandeza que perdurará por largo tiempo. Y así, cuánto afán, cuánta lucha por lograr los primeros puestos, por hacer obras materiales perdurables, por llegar a la conquista del poder a costa de cualquier sacrificio, olvidándose la mayoría de las veces de que la grandeza de una persona se mide por su actitud de amor, de entrega, y de servicio al prójimo, que es donde reside Dios.

Se puede ser pobre, ser desconocido para la mayoría, tener una vida sin destellos y, sin embargo, poseer un ascendiente inigualado sobre millones de personas.

Así lo prueba esta biografía, de autor desconocido, que relata una de esas vidas:

Nació en una oscura aldea, hijo de una campesina.

Se crió en otra pequeña aldea donde trabajó en una carpintería

hasta los treinta años. Entonces, por tres años

fue un predicador itinerante

Nunca escribió un libro.

Nunca tuvo un cargo público

Nunca formó una familia,

No fue dueño de una casa.

No fue a la Universidad.

Nunca visitó una gran ciudad.

Nunca viajó más de trescientos kilómetros desde el lugar donde había nacido.

No hizo ninguna de las cosas que ordinariamente asociamos con grandeza.

No tuvo otra carta de presentación que a si mismo.

Tenía sólo treinta y tres años

cuando la marea de la opinión pública se volcó en contra de él.

Sus amigos se escaparon...

Fue entregado a sus enemigos, se burlaron de él y le sometieron a juicio.

Fue clavado a una cruz

entre dos ladrones.

Mientras moría sus verdugos sortearon entre si

su túnica, única posesión en esta tierra.

Una vez muerto fue enterrado en una tumba prestada gracias a la compasión de un amigo.

Han pasado casi veinte siglos y todavía él es la figura

central de la raza humana y el líder del progreso de la humanidad.

Todos los ejércitos qué han marchado,

todas las armados que han navegado

todos los parlamentos que han sesionado

todos los reyes que han reinado,

puestos juntos no han afectado la vida del hombre en la tierra tanto como esta sola vida solitaria.

ProTesoro.com

http://www.nuevospasos.protesoro.com%20/

A través del Tiempo y el Espacio, el ser humano a concebido grandes conocimientos, y los ha heredado
poco a poco al resto de sus congéneres, por medio de la Parábola, el Cuento, la Fábula, o simplemente en forma de poemas o Prosa. Sabiduría y Reflexión, es un espacio para compartir ese conocimiento ancestral contigo. Navega por el blog y encontrarás información y enlaces a Páginas que te resultarán verdaderamente interesantes. Disfrútalo!!!
Google
Google